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Testimonio: Los niños concebidos en una violación son tan “reales” como cualesquiera otros.

concebido Testimonio: Los niños concebidos en una violación son tan reales como cualesquiera otros.El aborto en caso de violación lleva semanas convertido en tema de debate político y mediático en Estados Unidos a raíz de las desafortunadas, pero también malinterpretadas declaraciones del congresista Todd Akin, al responder a preguntas de un periodista sobre el aborto en caso de violación. Akin habló de violación “legítima”, y tras la polémica suscitada se disculpó, explicando lo que el contexto evidenciaba: que no había querido usar esa palabra en su sentido de “justificada” o “auténtica”. Precisamente su respuesta argumentaba, entrando en la materia por la que le interrogaban, que “hay que castigar al violador, no al niño”.

A raíz de dicha polémica el debate se ha mantenido, y recientemente una emisora norteamericana mantenía un coloquio al respecto, cuando entró en antena un hombre llamado Ken, quien se confesó “nervioso” por ser la primera vez que llamaba a la radio. ”Nosotros también lo estamos”, bromeó para ayudarle Chris Plante, conductor del programa El show de Chris Plante en WMAL, una cadena de radio que se escucha en Washington, DC desde 1925.

Le daría un puñetazo

Ken contó su caso: él había crecido en una familia de adopción, y no conoció a su madre hasta que tuvo 30 años. Cuando la localizó, supo las circunstancais de su nacimiento.

Cuando ella tenía 15 años, la golpearon con un bate de béisbol y la violaron. Entonces acudió a una institución católica de caridad y me tuvo a mí, tomó la valiente decisión de conservarme… de dejarme vivir. Luego fui adoptado. Llevo quince años casado, tengo tres hijos… y quisiera hablar en nombre de los que no tienen voz“, dijo Ken, quebrándosele la voz con esta última frase.

“Se me revuelve el estómago cuando oigo hablar de violación, porque es algo horrible”, continuó luego Ken, más tranquilo: “Mi madre no quiso decirme el nombre de mi padre, porque él amenazó con matarla si decía algo alguna vez”.

“Si alguna vez me lo encontrase”, añadió, “creo que lo primero que haría sería darle un puñetazo. La violación es espantosa, pero lo que quiero decir a las mujeres que nos estén escuchando es lo siguiente: puedes coger eso tan terrible que han hecho contigo y sacar algo bueno de ello. Ese algo soy yo”.

De nuevo a Ken se le había quebrado la voz, pero siguió contando que tras conocer a su madre biológica ha mantenido la relación con ella y también con su marido y sus hijos, además de celebrar las bodas de oro de sus padres adoptivos. Admira a su madre biológica por cómo rehizo su vida: ”Fue un periodo muy duro en su vida, se sacrificó mucho, y logró superar ese dolor que había entrado en su vida“.

El mensaje de Ken

Por su parte, cuando conoció la totalidad de su vida, Ken hizo la promesa de adoptar un niño, en agradecimiento a lo que le había permitido a él salir adelante. Y así lo ha hecho.

En cuanto al aborto, su mensaje es el siguiente: los niños concebidos durante una violación son tan “reales” como cualesquiera otros. “Estoy cansado de que la gente trate a esos niños como si no fuesen nada. Y pueden nacer, pueden crecer, pueden llegar a tener una vida extraordinaria”, concluyó Ken.

Tomado de Religión en Libertad.

CIDH abriría las puertas al aborto en 25 países de América

corte interamericana de derechos humanos CIDH abriría las puertas al aborto en 25 países de AméricaLa lucha por la defensa de la vida del concebido no se encuentra en las manos de los millones de americanos que están en contra del aborto, ni en las constituciones, ni en los numerosos movimientos providas, sino que parece ser que se encuentra en la decisión de siete jueces que conforman la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que por un mecanismo jurídico vinculante puede obligar a que los países firmantes del Pacto de  San José, tengan que dejar de lado sus Constituciones, y señalar que el concebido o no tiene derechos o se encuentra disminuido en sus derechos frente a una persona nacida.

Precisamente El Comercio, ha tenido a su cargo el ser el primer diario peruano en dar el aviso de alerta de lo que se gesta en dicha Corte  el día de ayer en su sección de política y luego de consultar al constitucionalista y ex Ministro de Justicia, Víctor García Toma. Esta Corte la preside precisamente un peruano, Diego García Sayán, que ha manifestado abiertamente que no considera al embrión como un ser humano.

He aquí la noticia del diario El Comercio:

Antes de fin de año la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitirá una sentencia en el caso de la demanda de 19 ciudadanos al Estado de Costa Rica por impedir el acceso a la técnica reproductiva de la fecundación in vitro. El fallo de este órgano internacional terminará generando un precedente vinculante para los países miembros de la Convención Americana de Derechos Humanos, de la que justamente el Perú es parte.

La demanda contra Costa Rica es porque habría violado los derechos a la vida privada y familiar, el de fundar una familia y el de igualdad y no discriminación. Esto luego de que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de ese país decidiera, en el año 2000, dejar sin efecto la norma que autorizaba la fecundación in vitro para parejas conyugales y que permitía la fertilización de hasta seis óvulos por ciclo de tratamiento.

El argumento de la Sala Constitucional de Costa Rica fue que esta técnica “implicaba una elevada pérdida de embriones causada por una manipulación consciente y voluntaria”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que es el organismo que ha demandado a Costa Rica pidió que la corte ordene a dicho país levantar la prohibición de la fecundación in vitro, legisle sobre esta de modo que sea compatible con los derechos vulnerados y garantice a todas las parejas el acceso a ese tratamiento; finalmente, que repare a las víctimas, es decir, a quienes no pudieron acceder a dicho tratamiento.

Implicancias del fallo

La decisión que tome la corte de derechos humanos impactará sobre los países miembros de la convención, entre ellos el Perú.

“Un fallo de la corte interamericana tiene dos efectos. El primero para las partes, en este caso Costa Rica y los demandantes ; y el segundo es que la interpretación y los artículos de la convención que sean objeto de la controversia son vinculantes para los estados miembros que la suscribieron”, explica el ex ministro de Justicia Víctor García Toma.

Esto significa que si la corte fallara en contra del Estado de Costa Rica, se crearía un precedente en torno al inicio de la vida y la defensa de esta, pese a que en el caso del Perú está garantizada por la Constitución desde la concepción del nuevo ser.

Además, según explica García Toma, la cuarta disposición transitoria de la Constitución Política del Perú señala que los jueces nacionales están obligados a aplicar los derechos fundamentales en conformidad con la interpretación que establezca la corte. Los efectos de esa sentencia se extienden a todos y en el caso peruano más claro aun, dice el especialista.

Consultado sobre la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, García Toma manifestó que esta se circunscribe a la defensa de los derechos que están garantizados en la convención.

La Declaración de Dublín confirma que no es necesario un protocolo para el “aborto terapéutico”

ISMH 21 La Declaración de Dublín confirma que no es necesario un protocolo para el aborto terapéuticoPrincipales expertos en medicina señalaron en un simposio internacional sobre la Excelencia en Salud Materna, celebrada en Dublín este 8 de setiembre que han llegado a la conclusión, de acuerdo al desarrollo de la medicina actual, que “el aborto directo no es médicamente necesario para salvar la vida de una madre”, con lo cual para el caso que nos atañe en el Perú, dejan claro que la  iniciativa para un protocolo de aborto terapéutico, basado en una formulación legal de casi hace un siglo, es innecesaria al mismo tiempo que el aborto no puede ser buscado como una “medio terapéutico” para salvar la vida de la madre.

El Profesor Eamon O’Dwyer,  en nombre del Comité del Simposio, señaló que el resultado de la conferencia “brindará claridad y la confirmación a  los médicos y los legisladores”, sobre este tema.

Así, los expertos en Obstetricia y Ginecología,  Salud Mental y Epidemiología Molecular presentaron nuevas  investigaciones y compartieron experiencias clínicas sobre temas relacionados con la salud materna en el Simposio. Se prestó especial atención a la gestión de los embarazos de alto riesgo, el cáncer en el embarazo, las anomalías fetales, la salud mental y la mortalidad materna.

Las conclusiones del Simposio fueron emitidos en la Declaración de Dublín sobre Salud Maternal que señalan:

- “Como profesionales e investigadores con experiencia en Obstetricia y Ginecología, afirmamos que el aborto directo no es médicamente necesario para salvar la vida de una mujer.

-Nosotros sostenemos que hay una diferencia fundamental entre el aborto y tratamientos médicos necesarios que se llevan a cabo para salvar la vida de la madre, incluso si los resultados de estos tratamientos terminan en la pérdida de la vida de su hijo por nacer.

-Nosotros confirmamos que la prohibición del aborto no afecta, en modo alguno, la disponibilidad de una atención óptima a las mujeres embarazadas “.

El Profesor Eamon O’Dwyer además señaló que el simposio era oportuno teniendo en cuenta que el tema del aborto fue uno de los actuales debates públicos y que se estaba tratando de confundir a tratamiento médico legítimo con el aborto.

“Obstetras y Ginecólogos irlandeses han señalado anteriormente que el tratamiento de enfermedades tales como el embarazo ectópico no se consideran aborto por los médicos, sin embargo, la desinformación en lo que respecta a éste abunda en el debate público. El Simposio ha aclarado que el aborto directo nunca es médicamente necesario para salvar la vida de una mujer, y eso es una buena noticia para las madres y sus bebés “, dijo el profesor O’Dwyer.

El Dr. Eoghan de Faoite del Comité Organizador del Simposio, dijo que la investigación presentada en el Simposio proporcionó evidencia clara de que la mejor práctica de atención médica para las mujeres embarazadas no implica el aborto.

“Fue fascinante para aprender sobre nuevas terapias que impliquen la entrega segura de la quimioterapia durante el embarazo y el apasionante campo de la cirugía fetal en el útero”, dijo. ”Cuando se habla de cuestiones de embarazo y de la medicina, es vital que las voces de los verdaderos expertos, los que realmente se preocupan por las mujeres embarazadas, sean oídos. Este Simposio pone fin al falso argumento de que Irlanda necesita aborto para tratar a las mujeres, y es alentador escuchar a los oradores internacionales elogiar altos estándares de Irlanda de la salud materna y la baja tasa de mortalidad materna “.

El asesor médico del Instituto de la Vida, el Dr. Seán Ó Domhnaill ha celebrado los resultados del Simposio. ”La Declaración de Dublín afirmando que el aborto no es médicamente necesario era una declaración de hechos acordados por expertos médicos y reflejan la mejor práctica médica en la salud materna”, dijo. ”Este es un resultado de importancia mundial, que muestra aborto no tiene cabida en el tratamiento de las mujeres y sus hijos no nacidos.”

Rebecca Roughneen de la Juventud de Defensa dijo que el resultado del Simposio afirmó la posición pro-vida que había tenido mucho tiempo que el aborto no era médicamente necesario para preservar la vida de las mujeres. ”Una importante investigación y las nuevas prácticas clínicas fueron presentados en el Simposio de gran importancia, y la buena noticia para las madres y los bebés es que los expertos coinciden en que el aborto no es necesario para salvar la vida de una madre”, dijo.

Algunas participaciones que destacaron

Entre algunos de los participantes que destacaron, estuvieron:

Amant1 144x150 La Declaración de Dublín confirma que no es necesario un protocolo para el aborto terapéuticoProfesor Frederic Amant, MD, PhD (° 1967), es un destacado especialista en oncología ginecológica, profesor en el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Lovaina, Bélgica, y un especialista en Oncología Ginecológica en UZ Gasthuisberg. Ha sido descrito por The Lancet como “liderando la agenda sobre el cáncer en el embarazo”.

Dr. Amant es el investigador principal de un estudio internacional sobre el cáncer en el embarazo (www.cancerinpregnancy.org), y autor principal de la reciente serie de malignidad en el embarazo publicado en The Lancet Oncology y The Lancet, que presentó nueva evidencia sobre el tratamiento del cáncer durante el embarazo.

También es presidente del grupo de trabajo de la Sociedad Europea de Oncología Ginecológica sobre el cáncer en el embarazo, un miembro del Comité de Tumor de Endometrio del la EORTC (Organización Europea para la Investigación y Tratamiento del Cáncer) Grupo de Cáncer Ginecológico y de co-presidente ENITEC (Red Europea del Tratamiento Individualizado del Cáncer de Endometrio).

Callhoun1 132x150 La Declaración de Dublín confirma que no es necesario un protocolo para el aborto terapéuticoEl Dr. Byron C. Calhoun, MD, PhD, FACS, MBA es un especialista en el manejo de obstetricia de alto riesgo y las complicaciones médicas del embarazo, que ha tratado miles de embarazos de alto riesgo, incluidos el de adolescentes. Es profesor y vicepresidente del Departamento de Obstetricia y Ginecología en West Virginia University-Charleston. Su práctica e investigación clínica se concentra en embarazos complicados por la enfermedad de la madre y/o del feto, siendo además especialista en medicina materno-fetal.

Es autor de 68 artículos de revisión en la atención obstétrica y ginecológica literatura, ha presentado más de 100 papeles científicos, y ha participado en más de 40 proyectos de investigación. Es también  revisor de varias revistas médicas como la American Journal of Obstetrics and Gynecology, Obstetrics and Ginecology, The American Journal of Managed Care, Journal of Maternal-Fetal Medicine, Fetal Diagnosis and Therapy y Journal of Reproductive Medicine.

Dr. Calhoun es también autor original del concepto de hospicio perinatal que proporciona una atención multidisciplinaria a las familias con un diagnóstico prenatal grave.

coleman 150x150 La Declaración de Dublín confirma que no es necesario un protocolo para el aborto terapéuticoPriscilla K. Coleman Dr., PhD, es Profesora de Desarrollo Humano y Estudios Familiares de la Bowling Green State University en Ohio. Ha publicado más artículos revisados ​​por pares (peer review) sobre las implicaciones para la salud mental de los resultados reproductivos que cualquier otro investigador en el mundo y con frecuencia presenta sus investigaciones a las audiencias en los EE.UU. y en otros lugares.

Los temas  de sus artículos revisados por pares han sido publicados en revistas de diversas disciplinas como de psicología (áreas de desarrollo, clínicos y sociales), los estudios de la familia, la educación y la medicina (psiquiatría, medicina general, obstetricia y ginecología), entre otros.

Actualmente es parte del consejo editorial de cinco revistas de psicología internacional y medicina.

Koch 150x150 La Declaración de Dublín confirma que no es necesario un protocolo para el aborto terapéuticoEl profesor Elard Koch , M.Sc, es un epidemiólogo molecular, M.Sc. e investigador becario en el Departamento de Medicina Familiar de la Universidad de Chile. Recientemente se publicó un estudio sobre el efecto de las políticas de la educación, la salud reproductiva y las tasas de mortalidad materna en Chile , que constituyó el primer análisis en profundidad en un tiempo extenso, año tras año, de las muertes maternas y sus determinantes.

El Dr. Koch es también profesor asociado y director de investigación del Instituto de Epidemiología Molecular, Centro de Medicina Embrionaria y la Salud Materna en la Universidad Católica Santísima de la Concepción, en Santiago de Chile. También ha ganado la “Medalla de Excelencia Académica de Investigación” por tres años consecutivos (2008, 2009 y 2010) de la Universidad de Chile.

El Dr. Koch ha publicado numerosos artículos científicos en diversas revistas biomédicas: es revisor externo de Annals of Internal Medicine, Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria, Journal of Postgraduate Medicine, Ciencias Sociales y Medicina, International Journal of Public Health y BMC Public Health, entre otros.

Video de la participación del Dr. Callhoun

Tocó el tema Managing the Challenges of High-risk Obstetrics

Fecundación in vitro: La lógica del “producto”

fiv Fecundación in vitro: La lógica del producto¿Qué se encuentra detrás de la lógica del proceso que utiliza la fertilización en vitro? : que la vida humana es como cualquier producto y por tanto, hay productos buenos y hay productos defectuosos, y a estos últimos nadie merece tenerlos. Así, el valor de la vida humana reducida a un estado de salud termina siendo cosificada envuelta detrás del argumento, comprensible pero totalmente emocional y a la vez injusto, que unos padres desean tener un hijo. Y, acogiéndos “desinteresadamente” se mueve una industria que lucra millones de dólares.

Las máscaras siempre caen y la lógica de desechar personas consideradas defectuosas a la luz de una visión utilitarista es cada vez más clara en Europa. El presente artículo de ACEPRENSA “El aborto eugenésico, arma contra los discapacitados”, muestra con claridad cómo esta lógica terminara imponiéndose en Europa a menos que se recupere la ética de ver a la persona como fin y no como medio. He aquí el artículo:

Un nuevo método para detectar el síndrome de Down antes del nacimiento ha sido recibido como un avance por unos y como una amenaza por otros. La discrepancia no es realmente sobre la prueba en sí, sino sobre el aborto, que se ha convertido en un instrumento de eugenesia.

PrenaTest, inventado por la empresa alemana LifeCodexx, permite saber si hay elevada probabilidad de que el feto tenga trisomía 21 (la anomalía cromosómica más frecuente) mediante un análisis de la sangre materna a partir de la duodécima semana de embarazo. Está pensado para los casos en que, por la edad de la gestante (35 años o más), el riesgo es mayor.

Según señala LifeCodexx en el folleto destinado a las pacientes, un resultado negativo significa que se puede descartar la trisomía “con alto grado de certeza”. Si el resultado es positivo, es “casi seguro” que el niño tiene síndrome de Down, pero la empresa recomienda que se compruebe mediante amniocentesis.

Entonces, ¿qué aporta PrenaTest? Las pruebas disponibles hasta ahora tampoco son definitivas: solo proporcionan una estimación de la probabilidad a partir de marcadores ecográficos y bioquímicos. Para asegurarse es necesario hacer una prueba invasiva: la biopsia corial o la amniocentesis, que implican un riesgo –entre el 1% y el 2%– de aborto accidental.

LifeCodexx no intenta exagerar la importancia de su producto. En una nota de prensa, precisa que PrenaTest es “un complemento a otros métodos de análisis diagnóstico prenatal y puede contribuir a determinar si es realmente necesaria una prueba diagnóstica invasiva, como la amniocentesis”. Por la elevada fiabilidad de los resultados negativos, PrenaTest, “puede reducir significativamente el número de abortos accidentales: solo en Alemania, puede salvar la vida de hasta 700 niños que mueren al año por complicaciones de exámenes invasivos”.

El Comité de la ONU para los derechos de los discapacitados recomendó a España suprimir la enfermedad o deficiencia fetal de las causas admitidas para abortar.

PrenaTest ha sido autorizado ya en Alemania, Austria, Liechtenstein y Suiza. En junio, la Federación Internacional de Síndrome de Down, que agrupa 30 asociaciones de 16 países, intentó evitarlo con una petición al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, invocando el derecho a la vida de las personas con trisomía 21. También el responsable de la oficina del gobierno federal alemán para la protección de los discapacitados, Hubert Hüppe, se pronunció en contra de PrenaTest. No se debería autorizar, dijo, porque es un instrumento para hacer selección de seres humanos por razón de la trisomía 21. Pues en Alemania, como en muchos otros países occidentales, el diagnóstico prenatal del síndrome de Down es prácticamente una sentencia de muerte: lleva al aborto voluntario en más o menos el 90% de los casos. Así, afirmó Hüppe, “las personas con síndrome de Down resultan discriminadas en su derecho a la vida”. Si abortarlas es la norma, pronto los padres que las dejan nacer “incluso habrán de disculparse por su decisión”.

Sin embargo, el estado de Baden-Würtemberg, competente para autorizar PrenaTest, lo ha considerado perfectamente compatible con las normas legales sobre el diagnóstico prenatal, al igual que la ecografía y las demás que estaban admitidas.

Si se permite abortar, se permite seleccionar

La reclamación de Hüppe recuerda la medida tomada en la India contra el aborto selectivo de niñas: prohibir las ecografías para averiguar el sexo del feto. Ha habido algunas condenas por ecografías ilegales, pero el procedimiento sigue siendo muy usado, y resulta imposible evitarlo o reprimirlo en la gran mayoría de los casos.

Las dos cribas de no nacidos, la occidental y la asiática, muestran que el problema no es el diagnóstico prenatal. Puede ser superfluo, pero por lo demás no tiene nada de objetable en sí mismo, excepto la amniocentesis para comprobar anomalías cromosómicas, porque el riesgo de muerte para el niño, aunque pequeño, es desproporcionado con respecto al nulo beneficio que reporta a la criatura, pues las deficiencias buscadas son irreparables. Con esa salvedad, detectar la trisomía 21 antes del nacimiento puede facilitar a los médicos evaluar las necesidades del niño y preparar intervenciones tempranas, por ejemplo para corregir malformaciones cardiacas, frecuentes en los Down. También puede ser útil para que los padres se dispongan con vistas a los cuidados que habrán de dar al niño, se enteren de las ayudas a que tendrán derecho y se informen de cómo es en realidad la vida con un hijo Down: si conocieran la experiencia de otros que tienen uno, probablemente se les aliviaría la angustia.

Por tanto, el problema del diagnóstico prenatal del sexo o de anomalías cromosómicas es sobre todo la criba que se hace a la vista del resultado. Y la criba, a su vez, se debe principalmente a la legalización del aborto. Las leyes del aborto pretenden que solo se aborte por razones “buenas”. Pero esa otra criba, la de motivos, no es factible. Si en la India se puede abortar dentro de las veinte primeras semanas –cuando ya se puede saber el sexo del feto– con solo alegar que el embarazo no es deseado (eso basta para considerarlo perjudicial para la salud –psíquica– de la mujer), no hay manera efectiva de impedir la eliminación de niñas no deseadas.

En Occidente está mal vista esta discriminación sexual en el aborto (aunque empieza a abrirse paso: cfr. Aceprensa, 7-03-2012), pero no ocurre lo mismo con la aplicada a los fetos con discapacidad. Más bien se fomenta, pues no haber abortado por ignorar que el hijo tenía síndrome de Down es fundamento suficiente para que un tribunal condene a los médicos a indemnizar a la madre si no cumplieron los protocolos de cribado prenatal. Esto estimula a practicar una medicina defensiva para que no se escape sin ser detectado ningún niño Down, aun al precio de multiplicar los perdidos por accidente de la amniocentesis, entre los que inevitablemente hay algunos falsos positivos. Pero esa es la opción más segura para los médicos. Así, la tasa de nacimientos de niños con síndrome de Down ha bajado en España un 60% desde 1985, pese a que la de madres mayores de 35 años, las que tienen más riesgo, es ahora más del doble (ver artículo relacionado). En otros países, los datos son similares.

Los derechos de los discapacitados

Sin embargo, el aborto eugenésico probablemente es contrario a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006), vinculante para los 119 países, España entre ellos, que la han ratificado hasta ahora. En septiembre de 2011, el Comité de la ONU encargado de vigilar el cumplimiento de la Convención, hizo una advertencia a España a propósito de la última reforma del aborto (2010). La nueva ley (2/2010) pasó de un régimen de indicaciones (peligro para la madre, deficiencias del feto, violación) a otro principalmente de plazos: ahora se puede abortar sin invocar motivo hasta la semana 14, por peligro para la madre o anomalías del feto hasta la 22 y sin límite de tiempo si este tiene una enfermedad grave e incurable (ver Aceprensa, 26-02-2012). En sus observaciones, el Comité dice:“España debería abolir la distinción que hace la ley 2/2010 con respecto al plazo permitido para abortar, basada solo en la discapacidad”.

El Comité se basa en el artículo 10 de la Convención: “Los Estados Partes reafirman el derecho inherente a la vida de todos los seres humanos y adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar el goce efectivo de ese derecho por las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás”. El sentido directo del texto es claro; pero si ha de entenderse compatible con el aborto, resulta que pone la igualdad por encima del derecho a la vida. Pues entonces la igualdad es una exigencia incondicionada, y en cambio se puede restringir al derecho a la vida, con tal que no se restrinja a unos más que a otros.

De todas formas, parece claro que la Convención al menos excluye el aborto eugenésico, admitido por casi un centenar de países, según el recuento de Pregnant Pause. Si esto se aplicara, más de medio mundo tendría que reformar sus leyes. Pero en España y unos cincuenta países más que permiten el aborto eugenésico y a la vez el aborto a petición hasta cierto momento, quitar el primero y dejar el segundo supondría eliminar la discriminación únicamente en los papeles. En la realidad, seguiría siendo legal abortar un feto discapacitado por el solo hecho de serlo, mientras se hiciera dentro del plazo en el que no hace falta dar razones. Pero si para abortar no todo motivo es lícito, ¿cómo se puede autorizar el aborto sin comprobar el motivo?

A veces da la impresión de que, para la mentalidad actual, la discriminación es la suprema injusticia. “Aborta si quieres, pero no discrimines”. Sin embargo, la igualdad tiene una quiebra fundamental si está reservado el derecho de admisión a la vida.

Nuevamente el mito del aborto seguro

mitoabortoseguro1 Nuevamente el mito del aborto seguro

Difundiendo el mito y olvidándose de la vida del concebido

La ideología en favor del aborto hace que se manipulen estudios de investigación que se convierten en noticias distorsionadas y que buscan a hacer del aborto un hecho que por darse en la realidad “se tiene que aceptar”. Precisamente hace algunos días diversos medios informativos se hacían eco de un despacho de la agencia Europa Press en la que se informaba de un estudio publicado en la revista International Journal of Obstetrics and Gynaecology, que concluía que “las matronas y las enfermeras pueden realizar abortos con la misma seguridad que un médico”.

Pero Europa Press se equivocó de cabo a rabo. Primeramente señalando “que el estudio se realizó en la Universidad de Nuevo Mexico” y dando a entender que la encargada del estudio era Amy Levi, la cual tampoco lo es. Los autores del estudio son Renner RM, Brahmi D y Kapp N., del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Oregon Health & Science University, Portland, de Estados Unidos y la investigación publicada se llama: “Who can provide effective and safe termination of pregnancy care? A systematic review”.

Y es que resulta que Levi es una profesora de Parto de la Universidad de Nuevo Mexico y   promotora del “aborto seguro” o en otras palabras, del derecho al aborto. Recientemente sus declaraciones en FIGO señalaron con respecto a este estudio es que “el acceso al aborto es imperativo para cortar las tasas de mortalidad materna”. Indudablemente en su discurso no aparece la otra persona: el niño que está por nacer. Pero eso tampoco nos debe sorprender: el estudio fue auspiciado por promotores del aborto como el IPAS, y desde la estrategia de la agenda abortista, Levi era la vocera ideal.

Frente a la noticia de Europa Press, la página web de Hazteoir publicó la respuesta del Dr. Esteban Rodríguez, presidente de la Comisión Deontológica de Ginecólogos por el Derecho a Vivir, para que aclare desde los criterios que ofrece la ciencia, la noticia que insinúa que existe “un aborto seguro”. A continuación la respuesta del Dr. Rodríguez:

Se trata de un estudio retrospectivo en el que analizan los historiales médicos de  los abortos de 9000 mujeres realizados en el primer trimestre comparando las tasas de complicaciones y efectos adversos inmediatos. En este estudio no se han analizado la afectación de la salud mental de las mujeres a las que le practicaron los abortos  ni las consecuencias para futuros embarazos.

No obstante la limitación del estudio para poder hablar de seguridad para la mujer a largo plazo, la autora principal del estudio reconoce implícitamente que, aunque realizados en un ambiente sanitario, los riesgos para la mujer y las complicaciones del aborto siguen estando presentes. En declaraciones recogidas por Europa Press decía “que en estudios realizados en clínicas y hospitales de Asia, África y Estados Unidos, los procedimientos a cargo de enfermeras, parteras y médicos compartieron tasas similares de abortos incompletos, determinación errónea de la edad fetal y complicaciones como hemorragias y lesiones uterinas”.

Podríamos entender pues que el aborto intencionado sigue siendo igual de inseguro con independencia de que lo practique un licenciado en medicina o un diplomado en enfermería y que eso no va a afectar a la reducción de las lesiones uterinas, las hemorragias maternas o la persistencia de restos. Ciertamente esos tres son los riesgos inmediatos que más afectan a la salud de la mujer durante un aborto; las lesiones uterinas pueden dejar secuelas en futuros embarazos, las hemorragias son una importante causa de muerte materna en todo el mundo y cuando la evacuación del feto viviente es incompleta es causa de importantes infecciones como la endometritis. En no pocas ocasiones la propia vida de la mujer es puesta en riesgo por un procedimiento que carece de indicación médica y a veces la solución de la complicación pasa por extirpar el útero de la mujer quedando incapacitada para volver a tener hijos.

Esta noticia realmente no aporta ningún dato novedoso. En efecto, provocar un aborto no requiere de especiales habilidades técnicas, no hay ningún arte en ello, el método es simple: basta con profanar el útero de una mujer con un instrumento y practicar una extracción forzosa de su contenido con una u otra técnica. Curanderos sin título los han estado practicando lucrosamente sin necesidad de preparación alguna. Realmente para ello no se necesitan demasiados conocimientos médicos, por supuesto no es necesario estudiar una carrera de 6 años más 4 de especialidad. Ni siquiera es necesario estudiar los tres años que requiere una enfermera o los dos que necesita un a matrona para aprender a manejar y asistir un parto. Cualquier residente de ginecología es capaz de realizar con seguridad legrados por aborto espontáneo tras haber visto como se realizan tres o cuatro y haber practicado bajo tutela otros tantos; en su primer mes de residencia ya están capacitados para ello. Esto lo puede aprender cualquiera, no hay ningún mérito en ello, no es mucho más complicado que enseñar a un niño a disparar una ametralladora.

Pero en cualquier caso, esta noticia hay que tenerla en cuenta sin perder de vista el objetivo ideológico que  inspira a los autores del estudio para propagar el aborto intencionado como servicio sanitario público. La agenda prochoice (proelección) siempre ha utilizado la estrategia de “vender” la necesidad de practicar abortos “seguros” (safe abortion) para exigir primero su legalización y después su prestación como servicio público más o menos gratuito. Convirtiendo en sinónimos la legalidad y la seguridad, han tratado de hacer creer que el aborto seguro sería- por arte de magia- aquel que es legal y que ello era necesario para disminuir la mortalidad materna en todo el mundo. Para ello, como confesaba Bernad Nathanson, siempre han mentido sobre las cifras de abortos clandestinos, que muchas veces eran practicados ilegalmente pero por personal cualificado o experto.

Sin embargo, lo cierto es que ningún aborto ( ni siquiera cuando está legalizado) es seguro para la mujer; los riesgos tanto a corto como a largo plazo para la salud reproductiva y para su salud mental están epidemiológicamente contrastados.Tanto es así que el  Dr. Elard Koch, epidemiólogo, en unestudio publicado en la revista científica Plos ONE demostraba que el status legal del aborto no tenia ningún impacto en la reducción de las cifras de mortalidad materna. La investigación reveló que Chile, un país en el que la vida de toda persona en gestación goza de protección legal y está prohibido cualquier tipo de aborto, es un paradigma en salud materna a nivel mundial, pues la tasa de mortalidad materna disminuyó en un 93,8 % entre 1957 y 2007 estando dos puntos por debajo de Estados Unidas y siendo el país americano, tras Canadá, con menores tasas de mortalidad materna.

Por último, lo que resulta evidente y lo que no están dispuestos a considerar los cerriles defensores de la ideología pro elección y del aborto seguro a pesar de lo que demuestra la ciencia experimental  es que ningún aborto podrá nunca ser seguro para la persona en gestación que resulta destruida por el procedimiento, lo practique quien lo practique ya sea en un apartamento o en un hospital de última generación.